Coqui Güeni Gaditani
La coca de S. Juan, es básicamente un bollito de leche de los de toda la vida, aplastado antes de hornear y a la que se le deposita frutas confitadas, crema pastelera, frutos secos o directamente chicharrones los que están a dieta.
Para la noche de S. Juan, hemos elaborado una coca adaptada a nuestra particular visión de S. Juan, de la noche y de la coca. Por ello, hemos determinado intitularla Coqui Güeni Gaditani, más de aquí, donde los Coquis son los más abundantes pues es raro quien a lo largo de su vida no le han rebautizado con el socorrido "Cabeza", que cuando se tiene confianza pasa a ser "Coqui", sin más. En cuanto al calificativo "güeni" especifica la procedencia multiracial de la gente de Cádiz, esto es, Uzbekistán.
Y ahora a lo práctico:
Un rollito de hojaldre del Lili (Es una memez que te pongas a elaborar un hojaldre con lo que eso arrastra de mano de obra, tiempos de nevera, rodillo, las manos llenas de masa que se quedan pegadas, y al final el hojaldre no te sube).
2 manzanas verdes, de esas granismit.
1 plátano casi verde, en el puntito previo a la maduración.
1 melocotón.
1 kigüi de esos que llaman gold.
1 buen puñado de azúcar, pongamos 75 gramos, aunque si te va la marcha del "diabético majara", le pones más y a juir.
1 puntita de cucharita de sal, que le da cierta relevancia.
1 huevo batido para pintar el hojaldre y dejarlo de un color mono.
Y vamos a elaborar la Coqui Güeni, pelando las manzanitas y quitándoles el centro. Una de ellas la picamos en mirepoix (mirepuá, en daditos de 1 cm aproximadamente, y si se tiene alguna divergencia con los galicismos pues lo dejamos en "pedacitos chiquetitos" ) y la vertemos junto con una cucharada de azúcar y una mijita de sal en un bol de vidrio que sea específico para el microondas. Lo ponemos al máximo, que se note que hay "jierro" y que nos pasamos por el arco de Garaicoechea lo que marquen Endesa, Iberdrola, Fenosa o Pepe Blas, y lo mantenemos durante 3 minutos. Comprobamos que los trocitos están transparentes y blanditos. Habrá un poquito de caldito güeno en el fondo del bol, pues vamos a evitarlo y sacamos la manzanita lo más seca posible y la depositamos en un platito donde con un tenedor la machacamos para hacer una papillita infantil.
Las otras frutas, las pelamos y cortamos en láminas más o menos finas, las volcamos en el mismo recipiente para microondas y le añadimos el resto del azúcar y lo que quedó de sal. De nuevo le damos caña al aparato durante 4 minutos y verificamos que quedaron con la misma apariencia que la manzanita en taquitos.
El kigüi habrá soltado más agua que sus compañeras y habrá un fondo de caldo en el recipiente. Escurrimos la fruta y aprovechamos el caldo que nos lo bebemos para pasar más calor en la tarde de S. Juan, y si eres masoca, le echas un chorreoncito de ginebra, para subir el nivel de calorías a quemar.
A partir de ahora la cosa está tirada. Se saca la masa del Lili, se deposita sobre la mesa y se corta por la mitad. Separamos y sobre una de ellas, colocamos la papilla de manzanita, y sobre esta el resto de fruta, procurando extenderlo uniformemente para que no nos quede como el mapa de Grazalema. Todo procurando dejar un borde amplio y que permita unirse con la tapa que es la otra mitad del hojaldre liliano.
Pintamos con el huevo batido este borde, tapamos todo con la otra mitad del hojaldre y cerramos todo con un tenedor, empleando sus dientes como si fueran una selladora. Luego, yo suelo plegar esta unión hacia arriba y así intento garantizar la estanqueidad del conjunto, y algunas veces hasta lo consigo. Ya solo queda pintar todo con el huevo batido y llevarlo al horno que estará a 180° o 190°, y ahí lo tendremos hasta que esté bien doradito. Encended la luz del horno y no abrir la tapa bajo ningún concepto, por que el hojaldre se vendrá abajo, un gatillazo, vamos.
¡Yastá! Tomar en la playita, alrededor de las 00 horas, acompañada de pelotazo al gusto.
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