Bodegas Urium

Gracias a la labor de Juan del Valle, con quien nos une amistad y aficiones, hemos podido visitar las Bodegas Urium en Jerez, dedicadas  a la crianza de V.O.R.S. (Vinum Optimus Rare Signatum, vino señalado como óptimo y raro, aunque hay quien lo traduce más libremente como vino seleccionado como óptimo y excepcional. Cauno es Cauno y su Caunás), vinos viejísimos, de más de 30 años, que encierran toda la sabiduría del sistema de crianza por soleras y criaderas, característico del marco de Jerez.

Al frente de esta bodega se encuentra la insultantemente joven directora Rocío Ruiz, cuyo origen moguereño, marca el nombre de las bodegas, por ser Urium la denominación del río Tinto en latín.

Ocupa, las Bodegas Urium, un antiguo casco de bodegas que si mal no recuerdo perteneció a Emilio Lustau, en la calle Muro de Jerez, y en ella se encierran botas jerezanas con caldos de nobleza imperial envejecidos y cuidados por personas como Rocío que ratifican que los mejores caldos del mundo se dan aquí, en el marco de Jerez, donde el clima, el tiempo y el mimo, producen estos excepcionales vinos.

Probamos un  fino sorprendente, y me expreso así, por no ser amantes de los finos jerezanos, y estar más cerca de la sanluqueña Manzanilla o el fino Palillo de Chiclana, sin embargo este Fino reúne la fortaleza de buen fino y la sutileza de aromática manzanilla. Seco y muy redondo, sin aristas alcohólicas que rechazamos en los finos jerezanos. Me sorprendió el trabajo que han realizado para conseguir este sofisticado caldo merecedor de todos los parabienes concursales.

Seguidamente y tras el corta sabores de unas almendras y otra sobresaliente caña de lomo, pudimos degustar un Palo Cortado V.O.R.S, de más de 30 años, sorprendente y que sitúo en la mesa de Zeus, el pabellón de Júpiter o la nube viajera de Amón-Rá que asumo como egipcio por parte de madre.

Palo Cortado de palio y veneración, de chicotá y saeta desde la balconá preñá de geranios. Vino de película de suspense, de los que cada vez que roza la nariz te encandila con un matiz sugerente y distinto del anterior. Vino de paladar infinito y al que se debe situar a la derecha de Baco.

Y esto solo se consigue por la excepcional labor y cariño de su directora Rocío, que mima y cuida hasta los detalles más pequeños para hacerlos más significativos, como el diseño de los "frascos" de P.X. o Reserva de Vinagre.