Nestlé Nespresso versus Marcilla L'arome Expresso
Llevo tomando café Nespresso desde prácticamente su aparición en el mercado, incluso antes que le cayera el piano al Cluni.
Es un excelente café y yo que me jacto de ser buen bebedor de él, disfruto con el Ristretto, que ocupa el 99% de mis compras a Nestlé.
Tan es así, que le regalamos una máquina a nuestro hijo, para cuando le visitáramos poder degustar este café, al que él, también es un gran aficionado.
Hace unos meses me enteré que la multinacional Sara Lee estaba fabricando unas cápsulas similares para competir directamente con Nestlé y abrir la oferta y la posibilidad de emplear las máquinas tan específicas, a otros fabricantes de café.
Y ayer precisamente hemos comprado en el Simango (hoy Carrefour, que todo cambia) de la calle Libertad, un paquete de este L'arome de Marcilla.
La cápsula de plástico, viene a su vez encapsulada en una funda de material flexible, algo así como un huevo Kinder pero sin yema.
¿A qué obedece este doble encapsulado?.
Fácil: a que el plástico no hermetiza el contenido de café, y eso, para la equiparación que he tratado de hacer, comienza con mal pie. Chungo.
Para que la comparativa fuera honesta he elegido el llamado "Forza" de intensidad 9 según D. Alfonso Marcilla o Dña. Sara Lee. Esto corresponde a la intensidad 10 del "ristretto" de Nespresso, según D. Julián Nestlé. Los dos son equivalentes en cuanto a intensidad anunciada. Y ahora la cata:
Nada que ver. Es comparar la documentación del burro de un gitano (con todos los respetos a ellos, que no a sus burros) con la necesaria en la Gerencia de Urbanismo del Ayto. de Cádiz para cambiar el portón de mi casapuerta que se está pudriendo.
Algo así como la Escarlete Yojanson con la alcalda del mismo Ayto.
Ni tiene aroma que se le parezca al nespresso, ni llega a fuerza 9, ni sabe a café, café.
Sin embargo queda muy cerca, embebido diría, en los normales de cafetera tipo italiana.
Y para eso me vuelvo a la Magefesa de toda la vida y al paquete de cuartoYmitad de café molido.
La cápsula no cae de la máquina cuando la liberas, simplemente por qué no pesa como la de aluminio de nespresso. No hace espuma, mientras que la de Nestlé te saca casi un capuchino sin leche. Sabe poco a café y no llega ni en sueños a la intensidad del nespresso.
Y ya no sigo que además me cabreo por qué la venden a 3 céntimos de euro más barato, demostrando que si Nestlé tiene un negocio con sus cápsulas de pelotazo financiero, estos de la Sara Lee lo tiene aun mayor, de acuerdo a los costes de uno y de otro.
Concluyo gran Mojón para el L'arome de Alfonso Marcilla.
Y ahora a rajar.
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