Brillantes
de C'Miguel y Oropéndola verdejo
Alberto Ramos, publicó con fecha 16 de agosto, una columna en su blog
"Calle Ancha", titulada "Vino de O Rosal y carabineros", y
como es buena persona, admitirá que yo le replique con "Brillantes de
C'Miguel y Oropéndola verdejo".
En cuanto al vino gallego, que desconozco, le daré ventaja, pero lo que es
a los carabineros, ni mijita. La prueba es bien patente:
El paquete de tabaco refiere el tamaño de estas criaturitas con bigotes.
Brillantes, que así los llaman en el Puerto, o al menos en Casa Miguel (El
establecimiento se llama en realidad Casa Antonio o Bar Antonio, y lo gestiona
Miguel aunque el nombre es lo de menos),
que junto a su mujer, regentan este bar situado al ladito del Instituto de
Enseñanza Secundaria "Mar de Cádiz", en la calle Poeta Rafael Alberti
del Puerto de Santa María, a la derecha del centro según se mira de frente, en
un callejón casi peatonal.
Cada tres de estos brillantes pesan su kilo, no son congelados y es
necesario llamar previamente para verificar que tienen existencia.
Los suelen acompañar con langostinos de Sanlúcar, grandes como el Comedor
de Harry Potter, y exquisitamente sabrosos. De los brillantes solo mencionar
que con una sola cabeza me cocino yo un arroz meloso de marisco y le doy de
comer a seis personas seis, de buen saque.
Se me saltan las lágrimas recordando el tamaño y el sabor que tenían.
Lo siento, querido Alberto, pero estos bichos de cáscara bien merecían esta
mención y la goleada inapelable.
1 comentarios:
Admitida derrota al peso. Los carabineros que cito, tres, pesaban en total poco más de medio kilo. Eso sé, frescos, del mercado de la Libertad, los hicimos en casa al horno con su mijita de aceita y su sal. Soberbios. El vino, excelente.
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